Historia y compromiso por la conservación
Miguel Colorado inició su historia como un campamento chiclero a la orilla de las vías del ferrocarril. Posteriormente, el ejido empezó el aprovechamiento extractivo de madera, sin embargo, a finales de los 2000, decidieron conservar sus selvas y detener la tala de sus selvas.
Posteriormente, gracias a sus cenotes, el ejido se volvió un atractivo turístico lo que permitió mantener detenida la actividad de extracción de madera. En el 2018 Miguel Colorado decidió volver su reserva oficial certificando una superficie de 8,000 ha como Área Destina Voluntariamente a la Conservación (ADVC) ante la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
En 2022 expandieron la superficie certificada a 20,000 ha. Desde entonces realizan actividades de vigilancia, mantenimiento de guardarraya y combate de incendios, mismas que se ven impulsadas por las actividades ecoturísticas que permiten a la comunidad tener ingresos económicos para mantener sus medios de vida y su compromiso con la conservación de sus selvas.
Flora
Miguel Colorado cuenta con ecosistemas de selva baja espinosa subperennifolia, selva mediana subperennifolia, y pastizales cultivados. En sus selvas encontramos árboles con una gran carga cultural e histórica como el chico-chicozapote, especie que era provechada por su sabia para la preparación de chicle natural. De igual manera, se pueden encontrar ejemplares de ceiba, caoba, ramón, roble, cedro, jobillo, las cuales se encuentran bajo algún nivel de protección dentro de la NOM-059-SEMARNAT-2010
Fauna
Gracias al estado de conservación ecosistémica de sus selvas, en Miguel Colorado habitan muchas especies de fauna entre las cuales se encuentran mono aullador, mono araña, ocelote, jaguar, tapir y venado temazate, las cuales se encuentran bajo algún nivel de protección de acuerdo con el listado en la NOM-059-SEMARNAT-2010